martes, 7 de junio de 2011

El Titanic zarpa rumbo al 3D

A 100 años de la salida del transatlántico del astillero, James Cameron prepara la reedición de su película más taquillera

La escena de Jack y Rose en la proa del Titanic con los brazos extendidos, el dibujo del desnudo de ella, su mano arrastrándose contra el vidrio empañado de la cachila. La película Titanic (1997) de James Cameron está tan plagada de imágenes icónicas y fue tal su éxito que es difícil referirse al transatlántico sin recordar el film homónimo. De hecho, hasta requiere un esfuerzo evitar tararear la canción de la banda sonora My heart will go on de Celine Dion al mencionar la cinta que protagonizaron Kate Winslet y Leonardo DiCaprio.

Consciente de ello, Cameron anunció el pasaje a 3D de Titanic. “Hay toda una generación que nunca vio Titanic como debía hacerlo”, dijo el cineasta. “Ofreceremos un Titanic como nunca antes se ha visto, mejorada digitalmente y convertida al 3D de forma esmerada. Con la emoción intacta y las imágenes más poderosas que nunca, será una experiencia épica para los fans y para quienes la descubran por primera vez”.

Titanic en 3D se estrenará el 6 de abril de 2012, poco antes del centenario del comienzo del viaje inaugural del buque, el 10 de abril de 1912. El recorrido de cuatro días de Southampton a Nueva York fue interrumpido cerca de la medianoche del 14 de abril, cuando el buque chocó contra un iceberg al sur de la costa de Terranova y luego se hundió.

Tras el accidente, más de 1.500 personas murieron y más de 700 fueron rescatadas. Millvina Dean, la última sobreviviente, falleció a los 97 años en 2009 en Inglaterra. Tenía un par de meses de vida cuando el Titanic pasó a la historia no como el buque de más lujo y tamaño de la época, sino por ser parte de una de las mayores tragedias marítimas. 

El otro centenario

Cuando falta poco menos de un año para dicho centenario, en Belfast, capital de Irlanda del Norte, festejaron otros 100 años vinculados al Titanic: los de su salida del astillero Harland & Wolff.

Tras ser construido durante 3 años y con la mano de obra de 15.000 trabajadores, el navío que había sido descrito como imposible de hundir, zarpó de Belfast Lough el 31 de mayo de 1911.

Sin embargo, durante décadas Belfast se resistió a reconocer sus lazos con el desastre, hasta que recientemente la ciudad decidió recordar esa parte de su historia. 

Incluso, invirtió más de US$ 11.500 millones en la construcción de una zona residencial y de tiendas, hoteles y parques científicos en partes del viejo astillero, conocido ahora como el Barrio Titanic.

En esta oportunidad, para marcar el centenario, se realizó una ceremonia religiosa y una bengala de socorro fue lanzada a las 11:13 locales, la misma hora en que el transatlántico salió del astillero.

Luego, miles de espectadores aplaudieron durante 62 segundos, el tiempo exacto que demoró el Titanic en salir del dique seco y tocar agua. En ese momento, los barcos que estaban en la bahía de Belfast hicieron sonar sus sirenas.

Entre los eventos organizados para esta ocasión, se destaca una exposición en el Museo del Transporte de Belfast, donde se exhibirán hasta el 31 de agosto más de 7.000 artículos procedentes del Titanic y de la naviera White Star Line.

Vajillas y pastillas de jabón, listas de pasajeros, carteles, juegos de naipes o bocetos de ideas para menúes, son algunos de los objetos que forman parte de la extensa colección de la naviera.

“No se ha mencionado mucho al Titanic durante los últimos 100 años. Ha sido nuestra vergüenza”, dijo Chris Bennett, sacerdote que estuvo a cargo de la ceremonia religiosa conmemorativa. “Pero hoy hemos intentado redescubrir nuestro orgullo. Como la gente de aquí suele decir: el Titanic estaba bien cuando nos dejó”.

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